Blog

El sutil arte de repartir responsabilidades: la culpa del cliente industrial en la elección del componente

lunes, 3 de marzo de 2025

La estrategia en la litigación es un arte, un juego de detalles que puede cambiar por completo el desenlace de un caso que, a primera vista, parecía perdido. Cuando recibes un expediente en el que 94 de 95 componentes industriales han fallado, la primera reacción es culpar al proveedor del componente. Pero las apariencias engañan y la respuesta no siempre es clara. La distribución de responsabilidades en estos casos es una tarea minuciosa, una búsqueda metódica en la que cada pequeño gesto puede revelar una verdad oculta.

imagen by @freepick

Culpa in eligendo: el peso de la elección

El concepto de culpa in eligendo hace referencia a la responsabilidad que recae sobre quien elige a un tercero para la realización de una tarea. En el ámbito de la litigación empresarial industrial, este principio se aplica por analogía y se vuelve fundamental cuando un cliente selecciona un proveedor para suministrar componentes que, por sí solos, no tienen ninguna utilidad, pues están destinados a incorporarse en una máquina para cumplir una función. Pensemos en un tornillo: por sí solo no tiene funcionalidad, no une nada. Solo cumple su función cuando es incorporado a un componente o máquina más grande y compleja.

En muchas ocasiones, cuando un componente presenta defectos, la hipótesis inmediata es un defecto de fabricación. Pero ¿Qué ocurre cuando la realidad es más compleja? Cuando los ingenieros que han diseñado la máquina no prevén correctamente las condiciones de uso, no especifican el material adecuado o no calibran las exigencias técnicas, ¿Quién debe responder? Los detalles técnicos se convierten en las piezas de un rompecabezas que hay que encajar con precisión.

La investigación en el detalle: un caso ilustrativo

Imaginemos una empresa que adquiere rodamientos para una máquina que debe funcionar en exteriores. Si los ingenieros del cliente no especifican que el material debe ser inoxidable y el proveedor suministra un producto estándar, el desgaste prematuro no es culpa del proveedor, sino de la selección inadecuada del cliente. El error en la elección a menudo se camufla entre especificaciones vagas y decisiones precipitadas, pero un buen análisis siempre revela la realidad.

El papel clave de las cláusulas contractuales: un arma de doble filo

Los contratos entre empresas deben definir, con absoluta claridad, las responsabilidades de cada parte. Los proveedores no deben asumir riesgos que no les corresponden por mecanismos que no han diseñado. El establecimiento de cláusulas que delimiten la responsabilidad en función de la información proporcionada por el cliente es esencial para evitar conflictos futuros. Así, para un proveedor es fundamental no hacerse responsable de los usos, cargas y funcionamiento de los mecanismos en los que debe incorporarse su componente. Y para el cliente, es importante que el proveedor conozca al máximo los detalles del destino que se pretende dar al componente.

Cuando la estrategia lo cambia todo: la jurisprudencia

Un caso reciente en el que intervino GRÀCIACALBET, la Sección 14 de la Audiencia Provincial de Barcelona, en sentencia 981/2024 de 02/12/2024, recurso de apelación 749/2022, ejemplifica la importancia de un buen enfoque estratégico. Inicialmente, parecía claro que el proveedor había entregado componentes defectuosos. Sin embargo, un análisis exhaustivo demostró que el producto no era defectuoso y que la responsabilidad recaía en el cliente, quien había elegido un producto que no era adecuado para la función a la que lo destinó.

Se trataba de unos rodamientos para transmitir movimiento, que el cliente destinó a placas fotovoltaicas, pero sus ingenieros eligieron rodamientos estándar, sin exigir ningún nivel de estanqueidad, sin definir un rango de temperatura ni especificar que los materiales debían ser inoxidables, entre otros aspectos. ¿El resultado? La mayoría de los rodamientos fueron instalados en exteriores, en zonas de temperaturas extremas y condiciones climáticas adversas. La consecuencia fue que la mayoría sufrió bloqueos al entrar agua en los engranajes y congelarse debido a las bajas temperaturas. Aunque las primeras impresiones responsabilizaban al proveedor, una defensa meticulosa, un estudio detallado de cada elemento del caso y una idea clara en sala hicieron que el Tribunal desestimara la reclamación, declarando que la responsabilidad de los bloqueos de los componentes era del cliente, quien había elegido erróneamente el componente para sus seguidores solares.

La sentencia, además, abordaba aspectos clave en las compraventas internacionales de mercancías, como la validez de los documentos en idioma extranjero o la aplicación del Convenio de Viena de 1980 y sus plazos de caducidad, lo que bien mereció una entrada en el blog de José Carlos Fernandez Rozas, Catedrático de Derecho Internacional Privado y Miembro del Institut de Droit International.

Conclusiones

Este caso destaca la importancia de un enfoque estratégico bien pensado en la litigación, particularmente en disputas industriales. El concepto de culpa in eligendo—responsabilidad por elegir a un tercero—emerge como un elemento clave para determinar la responsabilidad, especialmente cuando están involucrados componentes o materiales. En este caso, la suposición inicial de culpa del proveedor resultó ser errónea, con la responsabilidad recayendo finalmente sobre el cliente por haber hecho una elección inadecuada de los componentes.

El caso subraya lo crucial que es definir claramente las especificaciones, particularmente al seleccionar componentes para una función específica. Los ingenieros y clientes deben tener en cuenta todos los factores técnicos—como las condiciones ambientales y los requisitos del material—para asegurar la longevidad y funcionalidad de los productos. Los errores en estas áreas pueden llevar a consecuencias significativas.

Además, la sentencia enfatiza la importancia de un análisis riguroso y del uso estratégico de las cláusulas contractuales, asegurando que la responsabilidad se asigne correctamente y que ambas partes estén conscientes de los requisitos técnicos. Este caso también subraya el papel de las leyes comerciales internacionales, como el Convenio de Viena de 1980, en la resolución efectiva de disputas comerciales.

Finalmente, un enfoque meticuloso y estratégico no solo puede cambiar el resultado de un caso, sino también ayudar a prevenir problemas similares en futuras relaciones contractuales.

Cada litigio es una pugna de razonamientos, donde la precisión y la visión estratégica pueden transformar el destino de un caso. La culpa in eligendo no es solo una doctrina legal aplicada por analogía a los litigios industriales, sino un recordatorio de que, en el mundo empresarial, tomar decisiones sin el conocimiento adecuado puede tener consecuencias graves. Como abogados, nuestro reto es encontrar la verdad oculta en los detalles, convertir la complejidad en un relato simple pero contundente y, al final, hacer que la justicia prevalezca.

Erola Gràcia Malfeito

Socia y directora del Departamento de Litigación de GRÀCIACALBET.

egracia@graciacalbet.com

Fortaleciendo tu camino con asesoría legal estratégica

Nuestra amplia gama de servicios legales y de negocio, diseñados para proporcionar un apoyo integral y estratégico. Desde litigación y asesoramiento fiscal hasta inversiones y gestión patrimonial