Plan de compliance para PYMEs
¿Qué es un plan de compliance y por qué es relevante para una PYME?
martes, 25 de noviembre de 2025
Equipo de comunicación
Un plan de compliance es un sistema interno de normas, procedimientos y controles diseñado para garantizar que una empresa cumple con la legislación vigente y actúa conforme a estándares éticos y de buen gobierno. Su función principal es prevenir riesgos legales, detectar posibles incumplimientos y establecer medidas para evitarlos o corregirlos a tiempo.
Aunque tradicionalmente se asociaban estos programas a grandes corporaciones, hoy las PYMEs operan en un entorno donde el control normativo es cada vez más complejo: protección de datos, responsabilidad penal de la empresa, blanqueo de capitales, riesgos laborales, fiscalidad o relaciones con terceros. Esto hace que disponer de un sistema de cumplimiento adaptado al tamaño y realidad de cada negocio sea una herramienta clave para reducir riesgos, evitar sanciones y proteger la responsabilidad de los administradores.
¿Es obligatorio un plan de compliance para una PYME?
En España, no existe una ley que obligue de forma general y automática a todas las PYMEs a implantar un plan de compliance. Sin embargo, esto no significa que puedan desentenderse del cumplimiento normativo. Desde la reforma del Artículo 31 bis del Código Penal, las empresas —incluidas las pequeñas y medianas— pueden ser penalmente responsables por delitos cometidos por sus administradores, empleados o colaboradores si no han establecido medidas adecuadas de prevención.
La norma no exige expresamente tener un plan de compliance, pero solo las empresas que han implantado modelos de organización y gestión eficaces pueden quedar exentas o ver atenuada su responsabilidad penal. Es decir: no es obligatorio por ley, pero sí es la única vía reconocida para evitar la responsabilidad penal corporativa en caso de que se produzca un delito dentro de la empresa.
Además, existen situaciones en las que el compliance pasa a ser obligatorio o “obligatorio de facto”:
- Acceso a licitaciones públicas: muchos pliegos exigen acreditar políticas de cumplimiento, prevención de delitos y canales internos de información.
- Sectores regulados (financiero, seguros, energético, sanitario, transporte de valores, etc.): la normativa sectorial obliga a establecer controles específicos.
- Sectores regulados (financiero, seguros, energético, sanitario, transporte de valores, etc.): la normativa sectorial obliga a establecer controles específicos.
- Ámbitos concretos como protección de datos, prevención de blanqueo, seguridad laboral o fiscalidad: aunque no forman un “compliance global”, sí requieren políticas obligatorias que suelen integrarse en el programa.
Por todo ello, aunque la ley no imponga un plan de compliance de manera universal, la ausencia de controles internos deja a la PYME completamente expuesta, tanto a sanciones como a la responsabilidad penal de la persona jurídica.
Riesgos para una PYME que no cuenta con un plan de compliance
La ausencia de un plan de compliance no solo implica incumplir buenas prácticas; supone una exposición directa a riesgos legales, económicos y reputacionales que pueden afectar gravemente la continuidad de una PYME. Entre los riesgos más relevantes destacan:
Responsabilidad penal de la persona jurídica
Desde la reforma del Código Penal, la empresa puede ser condenada por delitos cometidos en su seno si no ha implementado medidas adecuadas de prevención. Esta responsabilidad puede conllevar consecuencias muy graves, como multas elevadas, suspensión de actividades, clausura de locales o incluso la disolución judicial de la empresa.
Responsabilidad de administradores y directivos
Los administradores están obligados a supervisar y establecer mecanismos de control. La falta de medidas preventivas puede considerarse un incumplimiento de sus deberes y derivar en responsabilidad personal, tanto penal como civil. Un plan de compliance demuestra diligencia y reduce significativamente este riesgo.
Sanciones administrativas en ámbitos específicos
La mayoría de PYMEs están sujetas a normativas que requieren controles formales:
- Protección de datos (RGPD y LOPDGDD)
- Prevención de riesgos laborales
- Normativa fiscal y tributaria
- Prevención del blanqueo de capitales en actividades obligadas
- Normativa sectorial
Sin políticas internas adecuadas, la empresa se expone a sanciones económicas que pueden afectar gravemente su estabilidad.
Pérdida de contratos o imposibilidad de acceder a oportunidades
Cada vez más clientes —especialmente grandes compañías y entidades públicas— exigen a proveedores y subcontratistas acreditar medidas de cumplimiento. Sin un sistema de compliance, la PYME puede quedar fuera de licitaciones o perder relaciones comerciales estratégicas.
Daño reputacional
Un incidente legal o un incumplimiento interno puede repercutir directamente en la reputación de la empresa. En mercados competitivos, el deterioro de la imagen puede traducirse en pérdida de clientes, desconfianza de inversores y dificultades para captar talento.
En conjunto, los riesgos de no contar con un plan de compliance son mucho mayores que el coste y esfuerzo de implantarlo, especialmente para PYMEs que buscan estabilidad, crecimiento y protección jurídica.
Qué debe incluir un plan de compliance eficaz para una PYME
Un plan de compliance para una PYME debe ser proporcional, práctico y adaptado a su tamaño, recursos y actividad. No se trata de reproducir modelos propios de grandes corporaciones, sino de establecer controles realmente útiles que permitan prevenir riesgos jurídicos de forma efectiva. Los elementos esenciales que debe incluir son los siguientes:
1. Identificación y evaluación de riesgos (mapa de riesgos)
El primer paso consiste en analizar las áreas en las que la empresa puede verse expuesta a incumplimientos: contratación, relaciones con proveedores, pagos, laboral, fiscalidad, datos, penal, etc. Este análisis permite priorizar los riesgos y definir medidas proporcionales para mitigarlos.
2. Código ético y políticas internas
El plan debe recoger un conjunto de normas claras que guíen el comportamiento de directivos y empleados. Incluye principios éticos, reglas de actuación, políticas anticorrupción, uso adecuado de recursos o criterios para relaciones con terceros.
3. Procedimientos operativos y controles internos
Son los mecanismos que regulan las actividades sensibles:
- Aprobación de pagos y contratos
- Gestión de proveedores
- Criterios de contratación y compras
- Protocolos de seguridad y protección de datos
- Controles financieros y de facturación
Estos procedimientos permiten garantizar que las decisiones se toman conforme a la ley y a los estándares internos.
4. Canal interno de información (canal de denuncias)
Obligatorio para empresas de más de 50 trabajadores y recomendable para cualquier PYME, permite detectar irregularidades antes de que generen consecuencias. Debe ser confidencial, accesible y gestionado conforme a la Ley 2/2023 reguladora de la protección de informantes.
5. Formación y sensibilización del personal
Un plan de compliance solo es eficaz si las personas que forman parte de la empresa conocen sus obligaciones. La formación periódica ayuda a prevenir riesgos y a generar una cultura real de cumplimiento.
6. Supervisión y monitorización continua
El plan debe contemplar mecanismos de verificación que permitan comprobar si las políticas se cumplen realmente y si los controles funcionan. Esto incluye auditorías internas, revisiones periódicas y seguimiento por parte de responsables designados.
7. Revisión y actualización del modelo
El compliance no es un documento estático. Debe actualizarse cuando cambian las leyes, la estructura de la empresa o sus actividades. La revisión periódica garantiza que el modelo continúa siendo eficaz y adecuado para las necesidades de la PYME.
Un plan bien diseñado no solo reduce riesgos, sino que también mejora la organización interna, profesionaliza la gestión y aumenta la confianza de clientes y proveedores.
Ventajas de implantar un plan de compliance en una PYME
Aunque no todas las PYMEs están obligadas a implantar un plan de compliance, contar con un sistema de cumplimiento adaptado aporta beneficios concretos y medibles que fortalecen la empresa en múltiples planos: jurídico, operativo y reputacional.
Reducción del riesgo penal y administrativo
Profesionalización y orden interno
Mayor confianza de clientes, proveedores e inversores
Ventaja competitiva frente a otras empresas del sector
Prevención de conflictos legales y laborales
Mejora de la reputación corporativa
¿Cuándo es recomendable implantarlo incluso si no es obligatorio?
Aunque el plan de compliance no sea obligatorio para todas las PYMEs, existen numerosos escenarios en los que su implantación es especialmente recomendable y, en la práctica, actúa como un elemento clave de protección y competitividad empresarial.
Empresas que buscan crecer o acceder a nuevos mercados
Cuando una PYME está en fase de expansión, captar nuevos clientes o abrir nuevas líneas de negocio, demostrar una cultura de cumplimiento aporta estabilidad y mayor confianza a posibles socios, proveedores o inversores.
PYMEs que trabajan con grandes empresas o en cadenas de suministro exigentes
Muchas compañías exigen a sus colaboradores estándares mínimos de cumplimiento, políticas anticorrupción o sistemas de control interno. Sin un plan de compliance, la PYME puede quedar fuera de oportunidades estratégicas.
Negocios que participan en licitaciones públicas
Los organismos públicos tienden a valorar positivamente —e incluso exigir en algunos casos— la existencia de políticas de cumplimiento, canales internos de información y controles preventivos. Contar con un sistema de compliance puede marcar la diferencia entre ganar o perder una licitación.
Empresas sujetas a normativa específica
Sectores como financiero, seguros, transporte, consultoría, inmobiliario, alimentación, sanitario o tecnológico suelen estar sometidos a obligaciones adicionales. En estas actividades, un plan de compliance ayuda a coordinar las políticas internas obligatorias (datos, laboral, prevención de riesgos, fiscalidad, medioambiente, etc.) y reduce significativamente el riesgo sancionador.
PYMEs con un volumen creciente de empleados o actividad interna
A medida que la empresa crece, aumenta la probabilidad de conflictos laborales, errores operativos o comportamientos irregulares. El compliance establece reglas claras y mecanismos de detección temprana que ayudan a preservar la estabilidad interna.
Empresas familiares o negocios donde la gestión se concentra en pocas personas
En este tipo de estructuras, un sistema de cumplimiento proporciona seguridad adicional a administradores y directivos, reforzando la diligencia debida y blindando la responsabilidad personal.
En todas estas situaciones, implantar un plan de compliance no solo es recomendable, sino que actúa como un elemento preventivo esencial para proteger la continuidad del negocio y mejorar su competitividad.
Compliance en una Pyme con GRÀCIACALBET
Implantar un plan de compliance en una PYME no es solo una cuestión de cumplimiento normativo: es una herramienta estratégica para fortalecer la empresa, reducir riesgos legales y transmitir una imagen profesional y fiable. Aunque la ley no obliga de forma general a disponer de un programa de cumplimiento integral, la realidad empresarial y los requisitos de clientes, proveedores y administraciones hacen que cada vez sea más necesario contar con mecanismos sólidos de prevención y control interno.
Un buen sistema de compliance, adaptado al tamaño y actividad de la PYME, permite anticipar problemas, evitar sanciones, proteger la responsabilidad de los administradores y asegurar que la empresa actúa conforme a los estándares que hoy exige el mercado.
Si tu empresa necesita evaluar sus riesgos legales, estructurar políticas internas o implantar un plan de compliance fiable y proporcionado, el equipo de GRÀCIACALBET puede ayudarte a hacerlo con rigor jurídico y plena adaptación a tu actividad. Un asesoramiento especializado es la clave para contar con un modelo eficaz y alineado con las exigencias actuales.